¿A cuántos les aburre llegar a una oficina convencional a hacer su trabajo? ¿Crees que hay mejores maneras de trabajar en un espacio moderno? La respuesta la tenemos en la mano de una oficina inteligente repleta de varias opciones tecnológicas.
Aunque parezca algo futuristas o que veremos dentro de unos cuantos años más, la realidad nos indica que estamos viviéndolo ahora. Estas oficinas están diseñadas para adelantar una serie de procesos fundamentales, desde muy básicos hasta muy completos, dentro de un espacio de trabajo.
Es la nueva manera de mejorar el clima organizacional, motivar al personal a ser más productivo y mejorar las instalaciones de la empresa. Es un proceso integral que involucra satisfacción, calidad laboral, reducción de insatisfacción, trabajo eficiente y efectivo. Pero ¿Cómo nos ayuda una oficina inteligente en nuestro trabajo?
Una oficina inteligente se puede interpretar como la mejor solución para un equipo de trabajo. Desde cambios drásticos hasta unos más ligeros, todo depende del tipo de oficina instalada, podemos mejorar satisfactoriamente nuestras actividades diarias. ¿Sabías que una oficina inteligente cuenta con la capacidad de adelantar funciones antes que llegue el primer empleado? A través de un sistema de interconexiones es posible que las instalaciones se climaticen minutos antes de la llegada de un empleado. También puede encender la cafetera para tener la primera taza del día lista. Pero si vamos más allá, y contratamos los servicios especializados de una empresa y hacemos un cambio radical podemos lograr otras cosas. Como, por ejemplo:
Estas oficinas inteligentes son una verdadera solución que solo empresas de alto impacto económico, social y cultural pueden llevar a cabo. Es un tema de inversión que a largo plazo generará beneficios a la empresa porque si nuestros empleados están bien, trataran mejor a nuestros clientes.
Cuando una empresa decide migrar todo lo que gire alrededor de su negocio a un modelo tecnológico e inteligente es porque entiende cuál es la clave del éxito. Se trata de mejorar las condiciones laborales ambientales de sus trabajadores. Ellos son los encargados de guiar a la organización al triunfo, a ser más competitivo y a generar mayores ingresos. Por lo general las grandes corporaciones pagan muy bien a sus empleados, pero al llegar a la oficina encuentran un ambiente hostil, húmedo y poco agraciado.
Quizás la respuesta puede ser automática: ¡De maravilla! Pero entendamos que dentro de una organización convergen diferentes generaciones. Desde los Baby Boomer hasta los Z tenemos diferentes características y modalidades de trabajo. Quizás un Baby Boomer verá esto como una pérdida de tiempo porque no interviene en un 100% con las actividades. Sin embargo, el Z podría tener un orgasmo laboral todo el día. Por eso es fundamental evaluar bien la posición de esta implementación en una empresa. Ahora bien, si nos vamos a Google o a Facebook, podríamos decir que una oficina inteligente encaja perfectamente. A pesar de tener empleados de otras generaciones, estos de por sí son flexibles y se adaptan a cualquier situación. Pero en términos generales podemos decir que una oficina inteligente solo llega para mejorar los procesos básicos o complejos dentro de una empresa. Poder dejar que otros hagan las actividades importantes que no todos quieren hacer para concentrarnos mejor en lo medular. Es decir, hacer el café, abrir las ventanas, graduar el aire, tomar nota, generar reuniones, enviar correos, entre otros.