Loxone trabaja de una forma similar al sistema nervioso de una persona. El Miniserver es el cerebro, incorpora la lógica e inteligencia al sistema y encargado de comunicar las ordenes a todas partes o los componentes individuales así como la iluminación, sombreado, calefacción, pulsadores… Gracias a esta conexión, el Miniserver transfiere hábitos, deseos y necesidades, lo que permite disfrutar al máximo del hogar.
Desde la planificación inicial del proyecto, el sistema se organiza en función de la vida de los usuarios de la casa. Con los años, nuestras costumbres y actividades cambian, y con Loxone aseguramos que la solución domótica cambie al mismo ritmo.